A la hora de plantear una restauración es necesario ser conscientes de que cada situación ecológica es diferente, así como las medidas a emplear. Estas pueden pasar desde la simple eliminación de los factores de alteración hasta la necesidad de reintroducir nuevamente especies ya desaparecidas y la implementación de nuevas fuentes de recursos alimenticios, estructurales o genéticos, por ende una correcta planificación e intervención especializada se hace imprescindible para lograr el objetivo buscado. Para lograr este fin es de vital necesidad conocer a fondo la situación del ecosistema, así como hacer un balance de su trayectoria histórica. La acción humana puede no estar presente de forma evidente en el escenario a reconstruir y un planteamiento equivocado puede dar lugar a resultados indeseables y no esperados.

La restauración puede ser concebida desde una acción pasiva (indirecta) o activa (directa). En el primer caso el proceso de restauración se apoya en la evolución natural de un ecosistema que cuenta con suficientes recursos para auto regenerarse una vez han sido eliminados los factores que han motivado su degradación. En el caso de una restauración activa no solo es necesario eliminar los factores que motivaron la degradación del ecosistema, también se hace imprescindible la reintroducción directa de especímenes clave, ampliación de áreas protegidas, potenciación de fuentes de alimento, control de depredadores, eliminación de especies exóticas,… En definitiva aumentar los recursos de un ecosistema para que pueda llegar a un estado de desarrollo que finalmente le permita su subsistencia y evolución autónoma, sin la cual dicho ecosistema estaría condenado a desaparecer.


Cuando hablamos de restaurar ambientes de arrecifes coralinos las principales medidas que se pueden emplear son las siguientes:

coral garden

Transplante directo

Se trata de la metodología más básica y usada en cualquier proceso de restauración. Aplicada en los primeros inicios de cualquier plan restaurador o de conservación, su fundamento se basa en el trasplante directo de colonias coralinas desde un arrecife donador, en perfecto estado de salud, al arrecife receptor objeto de ser restaurado. En su ejecución se usan especies resistentes, de rápido crecimiento y capaces de formar estructuras de protección, con el objetivo es crear una base biológica que sirva como reclamo o base de asentamiento para el resto de elementos que integrarán el arrecife futuro.

coral garden

Coral garden

Se trata de un método más sostenible que el trasplante directo, en el cual, tras una primera recolección de fragmento de coral vivo en un arrecife sano, se procede al mantenimiento y crecimiento de estas colonias hasta que alcancen tamaños adecuados para su posterior fragmentación y trasplante en el arrecife que se quiere restaurar. De este modo no se somete al arrecife donador a una constante presión extractiva y se puede disponer del volumen de colonias trasplantables necesario para dar inicio al plan de restauración. Bien realizado, la supervivencia de estas colonias es muy elevada, si bien es cierto que implica conocer las diferentes técnicas de fragmentación y crecimiento de coral que hoy por hoy existen.

microfragmentacion

Microfragmentación

Esta técnica aún en desarrollo para una mejor implementación deriva directamente del coral garden. A diferencia del anterior, los fragmentos de colonias antes de ser trasplantados en su destino definitivo son fragmentados aún más en pequeños trozos coralinos que posteriormente se introducen en el arrecife. Si bien se está obteniendo cierto éxito con esta técnica, el menor tamaño de los fragmentos de coral los hacen muy sensibles a los cambios en las condiciones del medio, los depredadores, las enfermedades y la competición por el espacio frente a otros organismos sésiles de rápido crecimiento, por lo que las tasas de mortandad entre estas pequeñas colonias coralinas es mucho mayor que en las técnicas anteriores.

reclutamiento larvas coral
trabajo oceano

Reclutamiento de larvas

A diferencia de otras técnicas de reintroducción de colonias, la reintroducción de colonias coralinas procedentes de captación y desarrollo de larvas de coral no solo aumenta el número de individuos, lleva consigo un aumento de la diversidad genética de la población que se está restaurando. Este aumento del acervo genético local tiene como consecuencia directa una protección de la propia población ante los cambios ambientales y enfermedades que esta pudiera sufrir. Igualmente, el mayor número de genes disponibles en la población permite que en los procesos reproductivos sexuales de los corales aumente sustancialmente la diversidad fenotípica y con ello se promueve la evolución genética natural de la misma. Si bien es cierto que las técnicas de reproducción asexuales, como la fragmentación, son deseables a corto plazo por la facilidad y rapidez con la que se obtienen nuevas colonias, es deseable que sean los procesos de reproducción sexual y reclutamiento de nuevas colonias las que se impongan a medio y largo plazo, con el fin de crear una población integrada en el ecosistema general y que no constituya una “isla genética” dentro de sus relaciones con otras manchas de población.

arrecife coral artificial
arrecife coral

Arrecifes artificiales

Tan importante como es introducir nuevas colonias en un ecosistema degradado como lo es la necesidad de poder ofrecer a estas nuevas colonias un sustrato sobre el cual asentarse. Sin un sustrato adecuado el asentamiento natural o artificial de los nuevos reclutas no es viable. Por tal motivo es frecuente la creación de arrecifes artificiales en entornos dominados por sedimentos blandos o en los que los sustratos duros están muy ausentes. Son michos lo diferentes materiales usados para realizar estos arrecifes artificiales que van desde un simple amontonamiento de piedras recolectadas en tierra a la construcción de grandes estructuras mediante bloques de hormigón usados para tal fin e incluso el aprovechamiento de naufragios u otros elementos antrópicos de naturaleza adecuada (metal, piedra, madera…). Estos arrecifes artificiales pueden llegar a cumplir una doble función. Desde el punto de vista ecológico una mayor superficie de asentamiento tiene su efecto directo en el aumento del número de especies potenciales así como en el número de individuos de estas. El arrecife artificial permite ampliar el rico ecosistema del arrecife coralino, favoreciendo la biodiversidad y complejidad en una zona cuyas características iniciales no lo hubieran permitido. Por otra parte, este nuevo ecosistema no solo atrae a las especies animales y vegetales que lo componen, también atrae el interés del creciente turismo naturalista, dispuesto a soltar grandes cantidades de dinero por disfrutar de nuevas zonas de buceo, lo que repercute en un aumento de la economía local y en mayores recursos económicos que directa e indirectamente contribuyen al desarrollo de estos programas de restauración, conservación y otros de educación ambiental. Todo ello permite mayor difusión de dichos programas, haciendo posible la mejora de los programas ya instaurados y propiciando la implantación de otros nuevos.

Estabilización del sustrato

La necesidad de un sustrato duro lleva asociado un requisito indispensable que es la estabilidad de este para que el coral pueda asentarse en el mismo. Bien sea por el envite de las olas o la acción de las fuertes corrientes los fragmentos rocosos que constituyen un sustrato son fácilmente desplazables o móviles por dichas fuerzas de la naturaleza, se produce un continuo rozamiento e impacto entre ellos, dificultando o imposibilitando la fijación de larvas de coral o los trabajos de fijación de fragmentos iniciadores de la reconstrucción del arrecife. Dada esta situación una estabilización previa del sustrato, antes de llevar a cabo las labores restauradoras, se manifiesta como una necesidad de primer orden. Para ello es posible el empleo de redes, epoxy o cemento que mantengan unidos aquellos fragmentos o piezas rocosas que por su forma o tamaño son más vulnerables a la acción de los flujos de agua.

Mejora del sustrato con electricidad.

Una de las técnicas más controvertidas llevadas a la práctica es el intento de aumento de la tasa de crecimiento coralino empleando corrientes eléctricas en un proceso electrolítico en medio marino. Esta metodología se basa en la reacción de precipitación de sales carbonatadas en el cátodo cuando se realiza una electrolisis en medio marino. Teóricamente, al colocar un coral sobre el cátodo en una reacción electrolítica, la precipitación de estas sales sería compatible con la formación de su esqueleto, evitando a la colonia coralina el gasto innecesario de energía en la formación de su estructura de sostén y pudiendo desviar esa misma energía en la producción de tejidos blandos, consecuentemente se produciría un aumento de la tasa de crecimiento de la colonia. Sin embargo, esta teoría no tiene en cuenta la producción de otras sustancias peligrosas para los corales, como el gas cloro en el ánodo u otras especies reactivas de oxígeno altamente oxidantes, lo que obliga a separar ambos polos de la maquinaria electrolítica y siendo necesario altos voltajes para compensar la distancia existente entre los terminales eléctricos. Han sido muchas las experiencias que se han realizado en el medio marino empleando esta técnica con resultados muy contradictorios, si bien en algunos casos parecía funcionar en otros ensayos los datos arrojaban resultados absolutamente contrarios. Por tal motivo y mientras no se llegue a una conclusión clara de esta metodología, lo más adecuado es dejarla apartada hasta que sea desarrollada adecuadamente.

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